Autoliderazgo bajo el foco científico
Investigaciones recientes destacan al autoliderazgo —la capacidad de dirigir y motivarse a uno mismo para alcanzar objetivos personales y profesionales— como factor clave para sobresalir y mantenerse competitivo en el entorno profesional.
En este artículo se recopilan estudios científicos sobre el autoliderazgo y su impacto en la productividad, el rendimiento laboral, la innovación y el bienestar emocional.
¿Qué es el autoliderazgo?
Se denomina autoliderazgo al proceso mediante el cual las personas definen y gestionan sus metas, influyen en sus pensamientos y comportamientos para mejorar su desempeño, se automotivan y mantienen el enfoque incluso frente a la adversidad, evalúan y ajustan su conducta para lograr resultados sostenibles.
El concepto fue introducido en la década de 1980 por los profesores universitarios estadounidenses Charles C. Manz y Henry Sims, quienes publicaron ese año el artículo "Self-Management as a Substitute for Leadership: A Social Learning Theory Perspective (La autogestión como sustituta del liderazgo: una perspectiva desde la teoría del aprendizaje social)".
Debido a la creciente necesidad de adaptación y resiliencia de las personas con diversos roles en el entorno laboral, la definición y práctica del autoliderazgo ha ganado mayor relevancia en los últimos años. De acuerdo con Manz, Sims y otros estudiosos, el autoliderazgo se basa en desarrollar una combinación de autoconciencia, control emocional y capacidad de adaptación para enfrentar los desafíos profesionales de manera efectiva.
Investigaciones recientes
Las investigaciones más recientes confirman que el autoliderazgo es una competencia crucial para mejorar el rendimiento individual y organizacional. A continuación, se presentan los hallazgos más destacados de estudios científicos sobre el tema:
- Autoliderazgo y rendimiento laboral
En su tesis doctoral, "Autoliderazgo y su relación con el desempeño laboral individual de los empleados en un contexto colombiano" (2023),Carlos Fernando Ramírez Salazar analiza cómo el autoliderazgo influye en el desempeño laboral de empleados en Colombia, al considerar el apoyo organizacional percibido.
La investigación utiliza un enfoque cuantitativo con
análisis de componentes principales y métodos de correlación y regresión
lineal. Los resultados muestran una relación significativa entre autoliderazgo
y desempeño laboral y sugieren que incrementar el autoliderazgo puede mejorar
la productividad empresarial.
- Autoliderazgo como recurso para la innovación
A la influencia del autoliderazgo y la autoeficacia emprendedora en la capacidad de innovación de los estudiantes de la Fundación de Estudios Superiores Comfanorte (FESC), de Colombia, se refiere un estudio publicado en 2021 por Victoria Yamileth Herrera Laguna, Karla Yohana Sánchez Mojica y Eugenio Guzmán Soria, en la revista Respuestas, Journal of Engineering Sciences, que edita la Universidad Francisco de Paula Santander Cúcuta-Ocaña.
Bajo el título "Un estudio sobre el autoliderazgo, la autoeficacia emprendedora y la innovación en la generación de los Centennials en estudiantes de la FESC", se presentan los resultados preliminares obtenidos a partir del empleo del software de análisis estadístico SmartPLS, para estudiar el impacto de las variables autoliderazgo y autoeficacia emprendedora en la innovación de jóvenes de la generación Centennial.
Esta última, también conocida como Generación Z, incluye a personas nacidas entre aproximadamente 1997 y 2012, en un entorno donde predominan la tecnología y las redes sociales que tienen una influencia directa en comportamientos y valores.
- Autoliderazgo y salud mental
En el artículo La gestión del desempeño laboral: El efecto mediador del mindfulness entre el capital psicológico y el autoliderazgo, Carlos Bazán, Roxana Tutaya y Daniel Ortíz exponen cómo el mindfulness o atención plena –práctica de meditación que se centra en estar completamente presente y consciente del momento, sin juzgar ni distraerse por pensamientos, emociones o sensaciones– actúa como un mediador entre el capital psicológico y el autoliderazgo, al influir en el desempeño laboral.
Los autores argumentan que el capital psicológico, que incluye aspectos como la autoeficacia, el optimismo, la esperanza y la resiliencia, constituye un factor clave para mejorar el desempeño laboral. Además, valoran cómo el autoliderazgo tiene un rol esencial para aumentar la eficacia y la productividad en el trabajo.
Plantean que el mindfulness actúa como un puente entre el capital psicológico y el autoliderazgo, al facilitar el desarrollo de una mayor autocomprensión y control emocional, que influye de forma positiva en el desempeño laboral. También presentan evidencia empírica que apoya la idea de que el mindfulness mejora la capacidad de los empleados para liderarse a sí mismos, ser más autónomos y proactivos en sus tareas.
El
artículo concluye que las organizaciones deben fomentar la práctica de técnicas
de autoliderazgo y del mindfulness
como una herramienta efectiva para mejorar tanto el bienestar psicológico como
el rendimiento laboral.
Conclusiones
Las investigaciones demuestran que desarrollar el autoliderazgo mejora el rendimiento, impulsa la innovación y fortalece la resiliencia emocional, la autoconfianza y la capacidad para tomar decisiones acertadas.
Asimismo, los estudios científicos revelan que el autoliderazgo promueve la satisfacción laboral y facilita la adaptación al cambio, lo que convierte a esta habilidad en un recurso estratégico para sobresalir en cualquier entorno profesional.